Nadie en su sano juicio, en especial las espléndidas escorts VIP de Caballito, querría participar en algo como esto. Es solo para estómagos muy fuertes. Y para cabezas que no tienen (digámoslo amablemente) los mismos parámetros que el común de la gente.
Se trata del cine “Snuff”. Nos remitimos a las palabras del director y erudito catalán del cine, Jaume Balagueró: “Película, en formato cine o video, en la que se perpetran actos de violencia y muerte con el exclusivo objeto de ser grabados”. Siendo así, no podemos esperar demasiadas certezas conceptuales y terminológicas, ya que se ha desarrollado en las sombras más espesas. Además, hay mucho “falso snuff”, que se hace pasar por tal para interesar a los consumidores de este tipo de producciones.
Pocos asuntos de la industria audiovisual más misteriosos y perturbadores que este. Porque ni siquiera hay certeza de que verdaderamente exista este tipo de películas. Para muchos son un embuste.
“Sicópatas audiovisuales”
Así se ha denominado, no sin cierta tolerante elegancia, a los cultores de este oscuro subgénero cinematográfico. La existencia de este tipo de películas comienza a verificarse como rumores en ambientes muy puntuales. Mayormente en la “Deep Web”. Y va tomando cuerpo hasta ser una leyenda urbana. Si se percibe que hay suficiente sexo, violencia, torturas, humillaciones y abuso sobre los débiles, aparece el interés de cierta gente, quienes verán el “espectáculo”.
NO busques a las espléndidas escorts Vip de Caballito aquí. Ellas están para otra cosa.
Dicen que los orígenes de este tipo de (para muchos) aberraciones fílmicas estuvo a cargo del más famoso asesino serial: Charles Manson. Habría filmado varios de sus crímenes. Pero los entendidos en la materia dicen que eso no sería “snuff” de pura cepa. Porque el crimen era lo principal y filmarlo lo accesorio. En el snuff “bien entendido” es a la inversa: se cometen asesinatos y cosas aún peores solo para filmarlos.
Por motivos obvios, no vamos a mencionar ninguna de estas “obras”. Pero sí gustan tener una aproximación al tema, hay películas de ficción que lo han abordado. Algunas incluso haciéndose pasar por snuff auténtico, con el truco del “found footage”, o filmación encontrada. Como sea, hay que tener un estómago blindado con titanio para verlas, aun cuando sepamos que no hubo que lamentar víctimas.
Cataratas de sangre
*”Holocausto canibal” (Italia – 1980 – Ruggero Deodato) Justamente, con el recurso del “found footage”, Deodato jugó con la idea de hacer pasar como ciertas las imágenes de torturas y muerte en la selva amazónica. Esto le trajo un arresto por supuesta complicidad en homicidios. Pero era todo falso. No obstante, muchas publicaciones lo creyeron real.
*”Guinea Pig” (Japón – 1985 – Hideshi Hino) Es una saga de mediometrajes experimentales de horror hiper bizarro. Fueron parte de una ola de cintas “gore” muy extremas. Una de ellas, llamada”‘Flowers of Flesh and Blood”, muestra la tortura y mutilación de una chica por parte de un sádico. Se cuenta que el actor Charlie Sheen vio una copia, y llamó al FBI para informar que acababa de ver una película snuff.
*”A Serbian film” (Serbia – 2010 – Srdjan Spasojevic) Un actor de cine XXX retirado es convocado para ser el protagonista de una serie de películas de porno extremo que terminan con muertes y mutilaciones. Era tanta la depravación en pantalla, que muchos se preguntaron si realmente el guionista y director era un perfecto monstruo. En realidad, quería hacer un alegato contra la censura, pero fue interpretado de otra manera.