Nada mejor que la compañía de una escort Vip de Caballito para adentrarse en esta zona de Buenos Aires. Es un emblema de la clase media argentina. Esta característica del país lo ha marcado y diferenciado de otras naciones de la región. Y Caballito es un sinónimo de ese segmento social en la capital argentina. Su ubicación es estratégica: en el centro geográfico mismo de la ciudad.
En 2021 cumplió 200 años, poco menos que el país. Es decir, que tiene cosas para contar. Su curioso nombre viene de una histórica veleta, que casi accidentalmente se transformó en símbolo del barrio.
El 15 de febrero de 1821, en la cima de una pulpería (los tradicionales establecimientos de despacho de comidas o bebidas de la “pampa gaucha”) su propietario instaló una curiosa veleta con la silueta de un equino.
Era el italiano Nicolás Vila, dueño del establecimiento que se ubicaba en lo que hoy es la esquina de Rivadavia y Emilio Mitre. Este elemento para medir la dirección del viento, hoy se encuentra en el museo de Luján. Luego de ser expuesta con motivo del bicentenario en el museo Luis Perlotti, del barrio, hay gestiones para que vuelva allí. Hoy, en el emplazamiento original (donde hay un colegio) se luce una réplica.
Gracias a esa veleta tuvo un nombre. Antes el barrio era considerado parte del pueblo de San José de Flores, anexado a la ciudad en 1880. Y es el único de Buenos Aires cuyo nombre deriva de un objeto.
¿Viajar en tranvía? Es posible. Y con una escort Vip de Caballito, mejor aún.
Otro de los emblemas históricos del barrio es el único tranvía que se conserva en funcionamiento en todo el país. Por más de 100 años, fue el medio de transporte más característico de la ciudad. En 1963 desapareció, pero por iniciativa de la “Asociación Amigos del Tranvía” resurgió en 1976 para ofrecer paseos gratuitos de 40 minutos los fines de semana. Hay 9 vehículos que esta Asociación sin fines de lucro ha restaurado a nuevo y conserva de manera impecable.
Es un verdadero “flasback”, que nos remonta a un pasado en que la ciudad (y el país) eran otros. Para reforzar esas hermosas sensaciones, se han cuidado todos los detalles. Por ejemplo, la vestimenta del guarda, del chofer, y los boletos que se entregan a los paseantes, réplicas exactas de los que se usó en lejanas décadas. También hay un servicio arancelado, si quieres hacer un tour con un contingente, con motivo de un evento en especial.
Nombres y hechos memorables
A lo largo de dos centurias, las calles de Caballito vieron el paso de personajes decisorios en vida nacional. Allí se formó un dúo fundacional del Rock Argentino, que se proyectó a todos los países de habla hispana: Sui Generis.
Allí pasó buena parte de su infancia Juan Domingo Perón, y vivió el ícono de la literatura nacional Ricardo Güiraldes. En 1857 el barrio vio el nacimiento del tren argentino, con “La porteña”, parte del primer tendido del “Ferrocarril del Oeste”, rumbo a la villa de San José de Flores. Hoy es la línea Sarmiento, que a diario traslada multitudes entre la ciudad y el primer “cinturón” del conurbano bonaerense.
Desde 1887 circuló por la Avenida Pedro Goyena el primer tranvía eléctrico. Fue pionero en el transporte subterráneo con una de las primeras estaciones de la Línea A, la decana de los subterráneos en Latinoamérica, inaugurada en 1913. Gracias a la mayor conectividad del tranvía, del tren y luego del subterráneo, sumando la inmigración, el apacible suburbio de aires campestres dio paso a la ciudad trepidante de hoy.
A la hora de comer, o de proveerte de alimentos, no olvides visitar el maravilloso y más que centenario “Mercado del Progreso”. Es el único sobreviviente de los grandes mercados de abastecimiento de Buenos Aires que conserva su función original. Se fundó en 1889, por iniciativa del entonces Presidente Miguel Juárez Celman. Allí se pueden encontrar especialidades que atraen a los mejores chefs de la ciudad. Van a abastecerse de toda clase de carnes, frutas, verduras y pescados. Fue declarado de “Interés cultural” en 2001.